Sobre el shofar y porqué se toca en Rosh Hashaná y en Iom Kipur

Foto: Wikipedia – CC BY-SA 2.5

El Shofar es un instrumento de viento litúrgico judío. Se fabrica con el cuerno de un animal puro, limpio (kosher), como el carnero, la cabra, el antílope o la gacela (ni de vaca, ni de toro). Se utiliza en varias fiestas solemnes religiosas judías. Es uno de los instrumentos más antiguos conocidos por el hombre. Es usado por los hebreos desde hace más de 3000 años. En el Año Nuevo judío (Rosh Hashaná) y el Día del Perdón (Iom Kipur) se toca el shofar durante la ceremonia de rezo y al final del rezo de Neila, solo una vez. En Rosh Hashaná, se hacen 100 sonidos del shofar. Los sonidos son repeticiones de tres sonidos básicos conocidos como Tekia (un solo soplo largo), Shevarim (tres soplos medianos) y Terua (nueve soplos cortos).

Cada uno de los sonidos se toca tres veces y esto, a su vez, se repite tres veces durante el servicio, agregando noventa sonidos; al final, viene otro grupo de diez, haciendo cien sonidos. Los sonidos cortados del Shevarim y Teruá tienen el propósito de hacer recordar los suspiros y lamentos del pueblo durante generaciones, intentando despertar en la persona un sentido de arrepentimiento y la idea de regresar al camino de Dios.

El Tekiá Guedolá (el toque final) suena más como una nota alegre y recuerda el gran día, cuando el shofar mayor se toque desde el exilio para todo el pueblo de Israel, con la venida del Mesías.

Tekia o Tekiah: (la explosión o el toque) es un sonido claro extendido como de trompeta.

Significa: Reconocer que Dios es el Rey.

Teru’ah: (la alarma) son nueve notas pequeñas o más en staccato en una rápida sucesión.

Su significado es el de un pedido por piedad a Dios.

Shevarim: (el quebrantamiento) tres notas cortas en suspiro (suave). Significa ser doblegado o roto frente a Dios.

Tekia Gedolah: (el gran soplido, o la Gran Tekiah): Esta es una nota aguda sin corte y alargada mantenida al máximo, según el aguante del trompetista. Este sonido del shofar es colectivamente entendido como señal de Dios, llamando a su gente para venir a él.

La persona encargada de soplar el shofar (shofarista) se llama Tokea o literalmente «quien hace la explosión»; también es llamado Ba’al Tekia (lit. Maestro del sonido o la explosión). El requisito para este honor es ser un estudioso de la Torá y temeroso (en el sentido religioso) de Dios. Todo judío es elegible para esta función sagrada, siempre y cuando sea aceptable para la congregación. Si la elección del candidato es motivo de disenso este debería retirar su candidatura.

El shofar se menciona alrededor de setenta veces en la Biblia, sin contar los derivados de la palabra. Según la Biblia, cuando Abraham ofrecía a Isaac en sacrificio por mandamiento divino y al intervenir un ángel en ese asesinato, este evento se denominó «El no sacrificio de Isaac», al escoger Dios un carnero en su lugar. Es por eso que el cuerno de un carnero suena en ciertos rituales judíos para dar respeto a este animal, quien salvaría la vida del patriarca hebreo.

La primera mención del shofar en la Biblia es cuando Dios se revela a su pueblo en el Monte Sinaí.

En el principio de Israel como nación, fue empleado en procesiones y otras ceremonias religiosas. Era usado por las orquestas como acompañamiento en las alabanzas, y frecuentemente utilizado para el llamamiento a la guerra contra los enemigos.

Generalmente, el shofar era usado en el Templo de Jerusalén. Según la Biblia, el shofar se tocó en los tiempos de Josué en el ataque a Jericó, cuando rodearon las murallas, y al sonar los shofarots se derrumbaron, dándoles la victoria. El shofar siempre se llevaba a la guerra para indicar sonoramente el momento de comenzar la batalla. La persona encargada de tocar el shofar se subía a la cima de una montaña para que todas las tropas fuesen capaces de escuchar la llamada de guerra sin importar la posición en que estuviesen, reconociendo su distintivo sonido.


Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.



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