La Universidad de Tel Aviv publicó un estudio que revela el efecto positivo de los rayos UV sobre la fertilidad

Un equipo de investigación de la Universidad de Tel Aviv y el Centro Médico Sheba en Tel Hashomer descubrió que, durante el verano, las mujeres en la última etapa reproductiva, entre las edades de 30 y 40 años, experimentan un aumento en la secreción de la hormona de sus ovarios. Foto: Pixabay/Pexels.

Un estudio liderado por Carmit Levy, del Departamento de Genética Humana y Bioquímica de la Universidad de Tel Aviv (TAU) y la Dra. Ruth Percik del Instituto de Endocrinología del Centro Médico Sheba, reveló que las mujeres en su última etapa reproductiva, que se da entre los 3 y los 40 años, secretan más hormona AMH (hormona anti-Mülleriana) durante el verano.

La investigación israelí llega a la conclusión que esto se debe a una mayor exposición a la radiación ultravioleta del sol. Participaron también del equipo el estudiante de doctorado Roma Parikh y el profesor Yftach Gepner de la Escuela de Salud Pública de la TAU.

La investigación sobre las fluctuaciones estacionales en los niveles de AMH fue publicada en la revista Steroids. Percik explicó que “si bien el nivel de hormona es específico para una mujer individual en un momento dado, y no proporciona una evaluación definitiva del estado de su fertilidad, evaluar su valor, tendencia y comparación con el grupo de edad es el mejor indicador de fertilidad que tenemos. Por esta razón, a toda mujer que quiera quedar embarazada, o esté intentando hacerlo, se le realiza una prueba de AMH. En Israel, todas estas pruebas se dirigen al laboratorio central en Sheba. Nuestro grupo de investigación investigó la variabilidad estacional de las pruebas de AMH para medir cómo responden los ovarios a la radiación UV”.

Por su parte, Levy expresó que se trata “un estudio epidemiológico humano preliminar y pionero, y debemos ser cautelosos al inferir una relación causal entre la fertilidad en las mujeres y la exposición a la radiación UV. Los humanos no son iguales que los ratones. Sin embargo, también somos animales, nuestra naturaleza sin pelo nos hace aún más sensibles a la radiación solar. Nuestra investigación sugiere que el sistema reproductivo femenino es de hecho más fértil en el verano, pero aún no tenemos información sobre el mecanismo o las tasas de éxito reales».

Fuente: Aurora Israel.



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