- junio 5, 2023
- Posted by: ISRACAM
- Categoría: Noticias
En 2012, convertir aire fresco en agua parecía un milagro. Pero ahí fue cuando la startup israelí Watergen reveló el primero generador de agua atmosférica al mundo. La misma enfría el aire hasta que se condensa y se convierte en agua.
Pero como la tecnología avanza a buen ritmo, otra startup israelí llamada H2oll afirma que se puede producir agua potable de la atmósfera, pero de manera más económica, eficiente y sostenible. Y en cualquier clima.
Su fin es abordar la crisis mundial del agua, en el mundo de desarrollo, donde los países quieren evitar infraestructura costosa o suministros embotellados caros. H2oll agregó un nuevo elemento a la tecnología de agua del aire existente mediante una solución salina concentrada.
H2oll usa tecnología de segunda generación para extraer agua solo de las partículas que realmente producirán agua. Así es como ahorra energía. El método que utiliza se denomina tecnología de absorción o desecante líquido. Un desecante es cualquier cosa que absorbe la humedad del aire. En este caso, la empresa captura la humedad utilizando una solución similar al agua del Mar Muerto, que contiene una parte de sal por dos partes de agua.
“Nuestra tecnología cambia las reglas del juego en comparación con la condensación directa que utiliza Watergen”, dijo Yoav Kirsch, director ejecutivo de H2oll. “Creo que Watergen hizo un trabajo excelente e inspirador al presentar al mundo el concepto de generación de agua atmosférica. Y no es algo baladí, realmente hicieron un gran trabajo. Pero creo que tenemos una ventaja tecnológica con la tecnología de absorción. Tiene una eficiencia superior y puede funcionar en lugares donde Watergen probablemente experimentará dificultades”.
H2oll tuvo su investigación apoyada por la Autoridad de Innovación israelí estatal y por el Ministerio del Medio Ambiente. La compañía ahora está planteando otra prueba, en una escuela beduina del desierto de Neguev que no tiene suministro de agua corriente.
La empresa venderá las máquinas a gobiernos y grandes organizaciones que puedan pagarlas. Podrían instalarse en los supermercados, de modo que los clientes paguen para rellenar sus propios contenedores reutilizables. El mayor gasto para producirlo es la electricidad, y H2oll está trabajando en una opción de energía solar que reduciría drásticamente el costo.