- marzo 20, 2024
- Posted by: ISRACAM
- Categoría: Noticias
Imagen ilustrativa de una mujer embarazada. Foto: Daniel Reche/Pexels.
La fibra, que es el alimento que ayuda a mantener la flora intestinal equilibrada, es uno de los elementos básicos de la dieta humana a lo largo de su historia. Es el primer paso de una cadena alimentaria natural, que luego es digerida por bacterias para aportar una dieta equilibrada al resto del microbioma.
La semana pasada, un grupo de científicos de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, junto con integrantes del Instituto Weizmann de Ciencia, y otros investigadores en Europa y Estados Unidos, publicó un informe en la revista Science que advierte que los hábitos alimenticios modernos en las sociedades industrializadas están afectando la flora intestinal. Esto se debe a que las bacterias degradadoras de celulosa están desapareciendo del microbioma intestinal humano.
Itzhak Mizrahi, investigador principal del equipo en BGU, explicó que “estas bacterias productoras de celulosoma han estado presentes durante mucho tiempo, sus ancestros son miembros importantes del microbioma del rumen en vacas y ovejas».
Además, agregó que les “sorprendió ver que las bacterias productoras de celulosoma de los humanos parecen haber cambiado de huéspedes durante la evolución, porque las cepas de humanos están más estrechamente relacionadas con las cepas de ganado que con las cepas de nuestros propios antepasados primates”.
El estudio explica que las cepas de Ruminococcus, una de estas bacterias, se presentaban en abundancia en el microbioma intestinal humano entre las sociedades humanas cazadoras-recolectoras y rurales, pero que son escasas o están ausentes en muestras humanas de las sociedades industrializadas.
Fuente: Aurora Israel.